Preguntas para Camara Gesell

¿Qué preguntas se hacen en la Camara Gesell y cómo se formula un pliego de preguntas adecuado? En este artículo te explicamos qué tipo de cuestionarios se utilizan para garantizar un entorno seguro y respetuoso para los menores, asegurando la obtención de información precisa y sin inducir respuestas.

La Cámara Gesell es una herramienta fundamental en la psicología forense, especialmente cuando se trata de entrevistas con niños en procesos judiciales. Las preguntas que se formulan en este entorno están cuidadosamente diseñadas para ser abiertas, no sugestivas y respetuosas con el menor. El objetivo es permitir que el niño se exprese de manera natural y libre, sin sentirse presionado o condicionado por los adultos.

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¿Qué Preguntas Hacer en una Cámara Gesell?

Preguntas Abiertas

• Ejemplo: «¿Puedes contarme qué pasó?»

Las preguntas abiertas permiten que el niño narre los eventos con sus propias palabras, proporcionando una descripción completa sin ser influenciado por sugerencias.

Este tipo de preguntas es crucial para obtener un testimonio genuino y detallado. Al formular una pregunta abierta, el entrevistador invita al niño a compartir su experiencia de manera libre y sin restricciones, lo que puede llevar a la obtención de información valiosa y precisa.

Por ejemplo, cuando se pregunta «¿Puedes contarme qué pasó?», se le da al niño la oportunidad de relatar su versión de los hechos desde su perspectiva personal. Esto no solo ayuda a capturar los detalles específicos del incidente, sino que también puede revelar el contexto emocional y las reacciones del niño al evento. Además, permite que el niño se exprese de una manera que se sienta cómoda para él, utilizando sus propias palabras y ritmo.

Las preguntas abiertas también tienen el beneficio de reducir el sesgo del entrevistador. Dado que no se sugieren respuestas específicas, el niño no se siente presionado a confirmar o negar algo en particular, lo que puede llevar a una narración más honesta y menos influenciada. Este enfoque es especialmente útil en situaciones sensibles donde el objetivo es obtener una comprensión completa y precisa de los eventos.

Es importante que el entrevistador esté preparado para escuchar atentamente y no interrumpir al niño durante su narración. El silencio activo y las señales de escucha, como asentir con la cabeza o expresar comprensión con palabras como «entiendo» o «ya veo», pueden alentar al niño a seguir hablando y compartir más detalles.

Preguntas Específicas

Una vez que el niño ha proporcionado una narración inicial, se pueden hacer preguntas específicas para obtener detalles adicionales. Estas preguntas  especificas deben ser lo más neutrales posible y basadas en la información ya proporcionada por el niño, por ejemplo:

• «¿Quién estaba contigo cuando eso sucedió?»
• «¿Qué ropa llevabas puesta ese día?»
• «¿Qué hora era cuando eso ocurrió?»
• «¿Dónde exactamente ocurrió el evento?»
• «¿Qué palabras exactas se usaron?»
• «¿Qué hiciste después de que eso terminó?»
• «¿Cómo llegaste a ese lugar?»
• «¿Qué objetos viste allí?»
• «¿Quién más estaba presente?»
• «¿Qué más pasó en ese momento?»

Preguntar «¿Dónde estabas cuando eso sucedió?» es un ejemplo de cómo se puede dirigir la conversación hacia aspectos específicos del evento sin introducir sugerencias que podrían influir en la respuesta del niño.

Las preguntas específicas son cruciales para clarificar detalles que pueden ser esenciales para la comprensión completa del incidente. Por ejemplo, obtener información precisa sobre la ubicación puede ayudar a corroborar otros testimonios o evidencia física relacionada con el caso. También puede ser útil para identificar cualquier patrón en los eventos descritos por el niño.

Al formular preguntas específicas, el entrevistador debe ser cuidadoso de no parecer interrogador ni presionante. Es importante que las preguntas sigan una secuencia lógica y natural, basada en la narración del niño. Esto ayuda a mantener la confianza y comodidad del niño, asegurando que se sienta seguro para continuar compartiendo su experiencia.

Además, las preguntas específicas pueden ayudar a revelar cualquier inconsistencia o contradicción en la narración del niño, lo cual es importante para evaluar la credibilidad del testimonio. Sin embargo, el objetivo principal sigue siendo obtener una descripción detallada y precisa de los eventos tal como los vivió el niño.

Preguntas de Clarificación

Estas preguntas se usan para aclarar cualquier declaración que no esté clara. Ayudan a asegurar que el entrevistador entiende correctamente lo que el niño está describiendo, por ejemplo:

1. «¿Qué quisiste decir con ‘se puso raro’?»
2. «¿Puedes describir eso con más detalle?»
3. «¿Qué significa ‘actuó diferente’ para ti?»
4. «¿Cómo era la expresión de su cara?»
5. «¿Qué sientes cuando dices eso?»
6. «¿Puedes darme un ejemplo de eso?»
7. «¿Qué aspecto tenía la habitación?»
8. «¿Qué quieres decir con ‘estaba oscuro’?»
9. «¿Cómo te sentiste en ese momento?»
10. «¿Qué quieres decir con ‘me tocó’?

Es decir, si el niño menciona algo que no está completamente claro, el entrevistador puede preguntar: «¿Puedes explicarme qué quieres decir con…?» Esta pregunta invita al niño a proporcionar más detalles o a reformular su declaración de una manera que sea más comprensible.

La clarificación es esencial para evitar malentendidos y asegurar que todas las partes involucradas tienen una comprensión precisa de los eventos. Esto es particularmente importante en contextos judiciales, donde cada detalle puede ser crucial para la resolución del caso. Las preguntas de clarificación permiten al entrevistador asegurarse de que ha interpretado correctamente la información proporcionada por el niño.

Es importante que las preguntas de clarificación se formulen de manera no confrontacional y con empatía. El niño debe sentir que el entrevistador está genuinamente interesado en entender su perspectiva y no está cuestionando la veracidad de su relato. Utilizar un tono calmado y comprensivo puede ayudar a mantener la confianza del niño.

Preguntas de Contexto

Las preguntas de contexto ayudan a situar los eventos dentro de un marco más amplio. Pueden proporcionar información sobre quién más estuvo presente, dónde ocurrieron los eventos y otros detalles relevantes, por ejemplo:

• «¿Dónde estabas cuando eso ocurrió?»
• «¿Quién más estaba en la casa?»
• «¿Qué hora era cuando todo comenzó?»
• «¿Qué día de la semana era?»
• «¿Cómo llegaste a ese lugar?»
• «¿Qué estabas haciendo antes de que comenzara?»
• «¿Qué más sucedía alrededor?»
• «¿Qué otros sonidos escuchaste?»
• «¿Qué viste cuando miraste alrededor?»
• «¿Había alguien más en la habitación?»

. Es decir, al preguntar «¿Quién estaba contigo en ese momento?», el entrevistador busca entender mejor el entorno en el que ocurrieron los hechos.

Las preguntas de contexto son cruciales para obtener una visión completa del incidente. Saber quién más estaba presente puede ayudar a identificar testigos potenciales y a corroborar el testimonio del niño. Además, comprender el entorno puede proporcionar pistas sobre las circunstancias que rodearon el evento, lo cual es vital para una evaluación precisa.

Estas preguntas también pueden ayudar a identificar factores externos que podrían haber influido en el comportamiento del niño o del agresor. Por ejemplo, conocer el contexto puede revelar si hubo alguna presión o coerción por parte de otras personas presentes.

Preguntas sobre Emociones y Sentimientos

Es importante explorar las emociones del niño para comprender mejor el impacto del evento en su bienestar emocional. Estas preguntas también pueden proporcionar indicios sobre la credibilidad del testimonio, por ejemplo:

• «¿Cómo te sentiste después de que eso pasó?»
• «¿Qué pensaste en ese momento?»
• «¿Te dio miedo cuando eso sucedió?»
• «¿Qué te hizo sentir triste ese día?»
• «¿Te sentiste enojado en algún momento?»
• «¿Cómo te hace sentir hablar sobre esto?»
• «¿Hay algo que te haya hecho sentir seguro en ese momento?»
• «¿Cómo reaccionaste emocionalmente cuando eso sucedió?»
• «¿Qué emociones tuviste después de hablar con esa persona?»
• «¿Cómo te sientes cuando ves a esa persona ahora?»

. Es decir, al preguntar «¿Cómo te sentiste cuando eso ocurrió?» permite al niño expresar sus sentimientos y emociones, lo cual es esencial para una evaluación completa.

Entender las emociones del niño puede ayudar a los profesionales a proporcionar el apoyo adecuado. Además, las respuestas emocionales pueden ser indicativas de la veracidad del testimonio, ya que las emociones genuinas son difíciles de falsificar. La exploración de los sentimientos también ayuda a identificar cualquier trauma emocional que el niño pueda estar experimentando, permitiendo una intervención oportuna y adecuada.

El entrevistador debe abordar estas preguntas con empatía y sensibilidad, asegurando que el niño se sienta escuchado y comprendido. Es crucial validar los sentimientos del niño y proporcionarle un espacio seguro para expresarse sin temor a ser juzgado.

Ejemplos de Preguntas en Diferentes Contextos

Formular preguntas adecuadas en una Cámara Gesell es esencial para obtener información precisa y para asegurar que el niño se sienta cómodo y seguro. Aquí se presentan ejemplos de preguntas específicas para diferentes tipos de abuso: físico, sexual y emocional. Estas preguntas están diseñadas para abordar las particularidades de cada situación de manera sensible y eficaz.

Abuso Sexual

Ejemplo 1: «¿Alguien te ha tocado de una manera que te hizo sentir incómodo?» Esta pregunta abierta permite al niño expresar cualquier experiencia de contacto físico inapropiado. Es fundamental formular esta pregunta de manera neutral para no influir en la respuesta del niño

Abuso Físico

Ejemplo 1: «¿Puedes decirme si alguien te ha lastimado?» Esta pregunta abierta permite al niño hablar libremente sobre cualquier experiencia de daño físico que haya sufrido. Es importante que el niño sienta que puede compartir sus experiencias sin miedo a ser juzgado o a que sus declaraciones sean minimizadas.

Ejemplo 2: «¿Dónde te dolió después de lo que pasó?» Esta pregunta específica ayuda a identificar la ubicación del dolor, lo cual puede ser crucial para documentar las lesiones y correlacionarlas con el testimonio del niño. Además, permite al entrevistador obtener detalles sobre la naturaleza de las lesiones.

Abuso Emocional

Ejemplo 1: «¿Alguien te ha dicho cosas que te hicieron sentir triste o asustado?» Esta pregunta abierta permite al niño hablar sobre experiencias de abuso verbal o emocional sin sugerir ninguna respuesta específica. Es crucial que el niño sienta que puede hablar libremente sobre sus emociones.

Ejemplo 2: «¿Cómo te sientes cuando estás en casa?» Esta pregunta de contexto ayuda a evaluar el ambiente del hogar y a identificar si es un lugar seguro para el niño. Saber cómo se siente el niño en su entorno diario puede proporcionar información importante sobre su bienestar emocional.

Ejemplo 3: «¿Hay alguien que te hace sentir miedo?» Esta pregunta directa busca identificar a las personas que pueden estar causando angustia emocional al niño. Es importante que el niño sienta que puede nombrar a estas personas sin miedo a represalias.

Importancia de la Sensibilidad en las Preguntas

Es esencial que las preguntas se formulen con sensibilidad y empatía. El lenguaje debe ser apropiado para la edad del niño y se debe evitar cualquier tono acusatorio o de presión. El objetivo es crear un ambiente seguro donde el niño se sienta libre para hablar sin temor a ser juzgado o castigado.

Además, es fundamental que el entrevistador esté capacitado para reconocer señales de estrés o incomodidad en el niño y adaptar su enfoque según sea necesario. La prioridad es siempre el bienestar emocional del niño mientras se recopila información relevante para el caso.

Si necesitas orientación para realizar entrevistas en Cámara Gesell, contáctanos. Nuestro equipo está listo para brindarte el asesoramiento profesional que asegure un proceso adecuado y respetuoso con el menor.