Como impugnar una pericia?

El arte de impugnar un dictamen se basa en encontrar esos errores técnicos y explicitarlos.

La impugnación de la pericia se focaliza en señalar los defectos del informe, ya sea:

  • su metodología
  • en el uso de las pruebas psicológicas
  • en la aplicación de las normas legales o éticas
  • por sus conclusiones sin base o evidencia científica
  • o bien, en el uso de criterios indebidos para el de diagnóstico.

También se pueden examinar los sesgos (por parte del examinador) a favor o en contra de una u otra persona.

Formas de impugnar un dictamen pericial

Cuando se les pida que comenten las cualificaciones y la práctica, o que critiquen los informes de sus colegas, los psicólogos deben hacerlo de manera objetiva y prudente y evitar las críticas destempladas.

Los comentarios excesivos e injustos sobre otro psicólogo no sólo son irrespetuosos, sino que también violan un aspecto del principio de responsabilidad, a saber, que los psicólogos deben evitar incurrir en conductas que reflejen negativamente la profesión o la disciplina de la psicología.

Esto no significa que los psicólogos no deban ser honestos. El principio de veracidad está firmemente arraigado en el Código y se espera que los psicólogos, como todos los peritos, sean veraces, pero deben ser honestos de forma respetuosa.

Asi y todo, existen un conjunto de reglas básicas para impugnar.

Algunos fundamentos para realizar una solicitud de impugnación incluyen, por ejemplo, que las conclusiones no sean producto del razonamiento lógico, que el perito no sea experto e incluso que evidencie transgresiones éticas a nivel profesional.

Si bien es poco probable encontrar dos pericias iguales, hay ciertos tipos de errores comunes en muchas de ellas.

Veamos los motivos básicos para impugnar un dictamen pericial:

1- Falta de objetividad

Un perito debe exponer su opinión clínica al tribunal de justicia en base a su estudio psicodiagnóstico con el objetivo con el objetivo de ilustrar sobre temas propios de su conocimiento técnico o científico.

Desafortunadamente, muchos expertos se basan exclusivamente en una opinión clínica no objetiva cuando evalúan a un individuo, lo cual es esencialmente una «corazonada».

Dicha opinión resulta subjetiva y no está aconsejada por los estándares de uso pericial. Las investigaciones han demostrado que la probabilidad de estar en lo correcto no es mejor que la casualidad.

Aunque una opinión clínica subjetiva se considera el peor fundamento en términos de fiabilidad y validez, muchas veces, es el método más utilizado por los peritos oficiales.

Para que las conclusiones del psicologo sean admitidas, no alcanza con escribir una sucesión de «tecnicismos» descontextualizados con lo que se investiga.

Las conclusiones del perito deben ser coherentes como producto del razonamiento lógico

Por esta razón, es imprescindible que las opiniones y conclusiones de los peritos sean el resultado de una investigación científica, con fundamentaciones lógicas y conclusiones coherentes.

No sólo se prefiere, sino que es esencial que las opiniones psicológicas estén respaldadas por datos objetivos, por ejemplo, el resultado de las herramientas de evaluación.

El uso de evaluaciones psicológicas objetivas, con base empírica, son beneficiosas tanto para los informes periciales propuestos en los tribunales civiles como en los penales.

En muchos casos, los métodos y test utilizados por los psicólogos pueden ser profundamente defectuosos y vulnerables a una impugnación.

Es difícil argumentar en contra de una opinión basada en criterios objetivos y empíricos que se apoya en datos comprobables.

Además, aunque los psicólogos están autorizados para administrar pruebas psicológicas, pueden administrarlas mal, mal interpretarlas, y en casos más graves, tergiversar los resultados.

También pueden utilizar pruebas psicológicas no científicas, algunas de las cuales no son confiables ni poseen respaldo de la comunidad científica.

2- Imparcialidad del perito

El perito no debe cometer transgresiones éticas a nivel profesional.

El informe pericial debe ser veraz y honesto en cuanto a la observación clínica del caso.

Es decir, el informe bajo ningún aspecto puede:

ignorar, ocultar o «seleccionar» información clínica de acuerdo al beneficio o perjuicio para una persona a nivel procesal
mentir o falsear información para validar o socavar la opinión de un perito.

3- Falta de pericia profesional

Esto se da cuando el profesional tergiversa su currículum o miente diciendo tener un título que no posee.

En decir, la falta de pericia se debe fundamentar en causales más graves, como ser la falta de antecedentes del experto, falta de matrícula e inscripción en organismos que otorgan licencias, en incluir los antecedentes éticos en los registros de la corte.

Un psicologo no se convierte en experto por haber sido sorteado o designado en una causa, ni porque tiene una licenciatura, o cuenta con la experiencia y las cualificaciones mínimas necesarias para el caso.

Para que el dictamen realizado por el experto sea admisible, el perito deberá tener la experiencia suficiente y reunir las cualificaciones necesarias para el caso.

Si un experto no está facultado para la tarea encomendada puede ser desacreditado por medio de una impugnación.

Más allá de la solicitud de explicaciones o el pedido de impugnación realizada por las partes (de acuerdo a la estrategia específica de actora o la demandada), el juez será el único que podrá considerar o desestimar dicho informe al momento de la sentencia.

Según muchos abogados, una pericia psicológica se encuentran entre los dictámenes más difíciles de impugnar porque dichos dictámenes se basan en test y tecnicismos que los expertos en salud mental administran y para los cuales pocos abogados tienen conocimiento.

Cuando existe un resultado «impugnable» en la evaluación psicológica, una consulta con un perito puede ser fundamental para el resultado del caso.

Una asesoría pericial especializada o capacitación sobre cómo ofrecer un modelo de impugnación eficiente que permita obtener los resultados esperados, escribanos:

4- Test psicológicos poco confiables

Las pruebas psicológicas son instrumentos importantes utilizados en los tribunales para ayudar a tomar decisiones legales que afectan profundamente a la vida de las personas.

Pueden ayudar a determinar cualquier cosa, desde la idoneidad de los padres para la custodia de los hijos hasta la cordura o locura de una persona en el momento de cometer un delito, pasando por la posibilidad de aplicar la pena capital.

Aunque se utilizan cada vez más en los tribunales, nuevas investigaciones demuestran que las pruebas no son todas científicamente válidas y que, una vez introducidas en un caso, rara vez se cuestionan.

Teniendo en cuenta lo que está en juego, se podría pensar que la validez de los dictamenes periciales es siempre sólido, sin embrago, encontramos una variabilidad generalizada en la validez científica subyacente de estas pruebas.

El problema se agrava porque los tribunales no separan lo bueno de lo malo.

Aunque los tribunales están obligados a descartar la ‘ciencia basura’, casi todas los dictamenes periciales se admiten en los tribunales sin siquiera ser examinadas.

Sobre las pruebas o test utilizados

Muchas dificultades surgen cuando las conclusiones se apoyan en pruebas psicométricas.

Por ejemplo, si las pruebas son de dominio público, ese conocimiento previo de la prueba afectaría a las respuestas que probablemente darían las personas. Especialmente en los casos en que las conclusiones de un psicólogo dependen en gran medida de pruebas que el tribunal y las partes no conocen.

En estas situaciones, la única manera de garantizar la equidad es que el tribunal y las otras partes no tengan conocimiento de las pruebas utilizadas.

El uso de pruebas de personalidad en los informes psicológicos debe abordarse con especial precaución.  Muchas directrices recomiendan que no se permita que las pruebas salgan del tribunal o que se hagan copias.

Si el juez esta dispuesto a confiar en los resultados de los tests de personalidad, primero tenía que evaluar su validez, tanto en general como a efectos de el caso en particular.

Las pruebas de personalidad no pueden utilizarse para resolver cuestiones judiciales sin no son confiables, por ejemplo, no se puede concluir un informe sobre las habilidades parentales a partir de pruebas que no estan validadas por investigaciones.

Las pruebas de personalidad, como área de la psicología, están en constante evolución y hay que tener cuidado para evaluar la validez y la fiabilidad de cualquier prueba utilizada para evaluar la personalidad de alguien, sobre todo cuando se han sacado conclusiones significativas de ello.

La investigación psicológica en los informes profesionales

Frases como «la investigación demuestra que…» aparecen a menudo y se utilizan para justificar la separación de un niño de sus padres o de sus hermanos.

Estas afirmaciones pueden ser preocupantemente vagas en cuanto al caso especifico sobre el que se hace referencia. Una generalizacion no brinda fiabilidad o validez de esta investigación.

Estas afirmaciones carecen de sentido, ya que el cuerpo de investigación en psicología es amplio y, a menudo, aunque haya investigaciones que apoyen una determinada afirmación, también es probable que haya investigaciones que apoyen lo contrario.

Los profesionales que deseen basarse en este tipo de afirmaciones deben ser capaces de mostrar con precisión en qué investigación se basan para que pueda ser evaluada por las otras partes.

Admisibilidad con respecto a los test psicológicos

Gran parte de estas herramientas están probadas empíricamente, pero se pueden identificar otras que no son aceptadas en el campo cientifico y tienen revisiones generalmente desfavorables de sus conlusiones psicométricas

Los tribunales están obligados a descartar la ‘ciencia basura’, pero las sentencias relativas a las pruebas de evaluación psicológica son escasas.

Su admisibilidad sólo se cuestiona en una fracción de los casos y cuando se plantean impugnaciones, sólo tienen éxito un pequeño porcentaje de los reclamos.

Las impugnaciones de los test más sospechosos desde el punto de vista científico son casi inexistentes.

Los abogados rara vez impugnan las pruebas de evaluación pericial psicológica, y cuando lo hacen, los jueces no suelen ejercer el escrutinio que exige la ley.

Lo que se necesita es un enfoque diferente.

Sugerimos que, antes de utilizar una prueba psicológica en un entorno legal, los psicólogos se aseguren de que sus estudios psicométricos y de validación relevantes para el contexto hayan sobrevivido a la revisión científica por pares a través de una revista académica, idealmente antes de su publicación en un informe.

Para los abogados y los jueces, los métodos de los peritos psicólogos pueden y deben ser examinados. Contactenos para que podamos brindarle sugerencias específicas sobre cómo hacerlo.

En resumen, una correcta supervision con psicólogos expertos puede proporcionar información útil sobre el papel y las responsabilidades de los peritos, así como lo que se debe informar al redactar un dictamen pericial.

Las pruebas, en particular las de personalidad, en los informes psicológicos deben abordarse con precaución.

Del mismo modo, las referencias a la investigación psicológica que aparecen en los informes profesionales deben ser examinadas para garantizar que la investigación a la que se hace referencia es válida y fiable.

5- Falta de etica profesional

Los peritos deben guiarse por los principios éticos que subyacen en el Código Deontológico.

En el entorno adverso de los litigios, por ejemplo, los psicólogos pueden perder de vista el principio de respeto a la dignidad y los derechos de otras personas. Por ello, a menudo hacen y dicen cosas, o utilizan un lenguaje en los informes judiciales, que las partes y sus colegas consideran irrespetuoso.

Aunque el entorno de los tribunales es más robusto que la mayoría de los otros entornos en los que trabajan los psicólogos, éstos deben en todo momento «comunicar el respeto por otras personas a través de sus acciones y su lenguaje» (Código Deontológico).

6- No separar claramente los hechos de las opiniones

Existe la necesidad de que los psicologos forenses separen claramente lo que son hechos y lo que son opiniones en el informe.

La principal obligacion de los informes periciales es separar los hechos en relación con las opiniones que emiten. De acuerdo con esto, se señala que el autor del informe debe «exponer, especificar o proporcionar los hechos, asuntos y supuestos en los que se expresa cada opinión y se basa el informe»

Ambos requisitos, el de separar claramente los hechos de las opiniones y el de articular claramente la base de las mismas, son importantes para que los peritos rindan cuentas de sus opiniones y conclusiones. Las hipótesis claras son más fáciles de entender y de comprobar.

Contactenos aqui para solicitar asesoria pericial

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