Las entrevistas totalmente estructuradas siguen un protocolo fijo de preguntas.
En una entrevista de este tipo, a todas las personas se les hace el mismo conjunto de preguntas, es decir, las preguntas ya están previstas, tanto en el orden como en la forma de plantearlas.
El entrevistador no puede alterar ninguna de estas disposiciones, es en realidad un cuestionario.
Este tipo de entrevista a menudo es realizado por psicólogos para identificar problemas particulares y luego tratarlos mediantes técnicas terapéuticas especificas.
Estas entrevistas tienen la intención de recopilar información muy especifica sobre la persona y, en general, tienen el valor terapéutico de permitirle al sujeto contar toda su historia personal.
En algunos casos, estas entrevistas se transforman en cuestionarios de preguntas que pueden realizarse en en una entrevista presencial o mientras se está esperando en una oficina antes de la primera sesión, o incluso, mediante una entrevista telefónica sin asistir al consultorio.
Entrevista semiestructurada en la investigación cualitativa
Las entrevistas estructuradas también se utilizan cuando un terapeuta intenta hacer un diagnóstico diferencial. Esto ocurre cuando la persona ha descrito que tiene síntomas que podrían encajar con uno o más diagnósticos clínicos.
Cuando esto ocurre, el clínico puede hacer una serie de preguntas muy estandarizadas para ver si la persona expresa que está experimentando un número suficiente de síntomas para cumplir con los «criterios de diagnóstico» para un trastorno en particular.
Al ser capaz de diferenciar un diagnóstico, la persona y el psicologo pueden desarrollar un plan de tratamiento específico y personalizado.
Estos planes de tratamiento personalizados tienen muchas más probabilidades de tener éxito que un plan de tratamiento «general», es decir, un plan de tratamiento que se basa unicamente en el uso de las habilidades en las que el psicologo está capacitado, en lugar de lo que es mejor para ese paciente.
