Una evaluación psicológica para una audiencia de renuncia es similar a la evaluación de delincuentes juveniles para sentencia o libertad condicional.
El psicólogo revisa los detalles de las acusaciones criminales, los antecedentes penales del menor, los antecedentes escolares, cualquier tratamiento psicológico o por abuso de sustancias en el pasado, y la situación familiar, incluyendo la efectividad de la familia como sistema de apoyo para que el menor permanezca fuera de problemas, y para que pueda seguir con el tratamiento.
El psicólogo entonces completará una entrevista clínica y administrará pruebas psicológicas apropiadas a la situación.