Esta forma de maltrato psicológico se conoce como «luz de gas» y es cuando la pareja hace que sus pensamientos, sentimientos y percepción sean la realidad predominante para la pareja o la familia.
Monopolización de la percepción
Esto se hace reteniendo información, distorsionando la verdad, mintiendo o cambiando la realidad, a menudo con acusaciones hacia la otra persona de que está distorsionando, mintiendo, no recordando correctamente, etc.
El daño oculto en esta táctica es que con el tiempo esto causa la autoduda y la erosión de la confianza en la propia percepción que lleva a ser más vulnerable al socio coercitivo.
La ansiedad y la depresión son sólo algunas de las condiciones resultantes.