Las manos tiemblan, la voz se quiebra, la cara se enrojece, y mientras todo eso sucede el testimonio en el proceso penal se debilita.

Todos hemos estado allí, teniendo que hacer una presentación frente a otros y luchar contra los nervios que la acompañan.

Ya sea frente a tus pares, frente a un juez o un jurado, hablar en público es una situación muy estresante.

Y testificar ante quien nos está tomando una declaración o frente a quien nos interroga añade una presión extra.

Variables psicológicas del lenguaje corporal

A menudo escuchamos que «la verdad es la verdad», así que si un testigo está diciendo la verdad, no debería estar nervioso al momento de brindar testimonio durante la entrevista testimonial o el juicio.

Pero ese absolutismo es algo injusto. Existen muchas variables psicológicas que pueden influir en la forma juzgar la credibilidad de un testigo.

Los signos de nerviosismo propios de la situación procesal, que todos hemos experimentado, pueden ser interpretados incorrectamente por los jurados como signos de falta de credibilidad.

El propio lenguaje corporal de los testigos puede «testificar» contra ellos.

Afortunadamente, si bien es posible que no tengamos control sobre la forma en que un juez o cada miembro del jurado percibe a un testigo, las técnicas de preparación de los testigos pueden aumentar las posibilidades de una percepción positiva al eliminar o minimizar el lenguaje corporal negativo o distractor del testimonio.

Es decir, cierto lenguaje corporal puede llevar a un juez o miembros del jurado a tener una mala impresión de un testigo, así que sería bueno prestar atención y corregir algunos aspectos que impactan en la credibilidad.

Inquietud

Una de las señales más clásicas de ansiedad en el lenguaje corporal es el «nerviosismo», es decir, los movimientos involuntarios con las manos o con algunas partes del cuerpo.

Los testigos indudablemente atraviesan una situación de alta ansiedad, así que no es de extrañar que sean propensos a los gestos nerviosos y a la agitación. Sin embargo, el jurado puede percibir estos gestos como un dato para juzgar la validez, más que como un hecho normal propio de cualquier persona que tiene que hablar en público.

De esta forma, un testigo que repetidamente toma un trago de agua, baja la vista, aprieta las manos o se limpia reiteradamente el sudor, a primera vista será percibido como quien toma tiempo para «pensar sus respuestas» o, peor, puede ser juzgado como alguien que no está diciendo la verdad.

De igual manera, los testigos que se balancean hacia adelante y atrás o cambian de posición constantemente son vistos como «incómodos» acerca de lo que están diciendo

Hay algunas cosas que los testigos pueden hacer para evitar estos comportamientos de distracción, por ejemplo, jugar con su pelo, tocarse la cara o sonarse los nudillos.

En estos casos sería ideal que se quiten todos los accesorios que puedan distraerlos cuando declaran. Por ejemplo, si los testigos tienen relojes, collares, o incluso, pelo largo con el que se sentirán tentados a «jugar», deben quitarse esos accesorios o sujetarse el pelo al momento de testificar.

Si sos abogado, debes saber, un testigo necesita agua para mantenerse hidratado, pero advertirle que tomar un trago de agua constantemente es visto (a simple vista) como una técnica dilatoria pensar entre la pregunta y la respuesta.

Un testigo hizo exactamente eso, y yo mismo escuche decir a unos abogados, «vez, trata de hacer que tiene sed, pero en realidad fue una estrategia pensar la respuesta», creyendo que el testigo estaba tomando tiempo para inventar una respuesta.

El cuerpo es un sistema de retroalimentación, por lo tanto, cuanto más comportamientos nerviosos, el cuerpo se inunda de adrenalina y adivinen qué, si, más nerviosos nos ponemos.

Si el testigo tiende a tener gestos nerviosos, trate de sustituir algo que le distraiga menos. Por ejemplo, aconseje a su testigo que «canalice» esa energía manipulando un solo objeto.

Contacto con los ojos

El contacto visual es una de las formas fundamentales en que los seres humanos se relacionan entre sí, por lo que no es de extrañar que este sea un factor importante para el jurado a la hora de juzgar la credibilidad de un testigo.

Los testigos que evitan el contacto visual con el abogado o el jurado tienden a ser evaluados como menos creíbles que aquellos que dan un contacto visual consistente y seguro.

Una larga historia de investigación científica en psicología experimental ha demostrado que la falta de contacto visual, como mirar hacia abajo y hacia afuera, o tener movimientos oculares rápidos, puede ser percibida por los jurados como si el testigo estuviera distraído, no comprometido o intentando engañar a su audiencia.

Contrariamente, los testigos que buscan el contacto visual directo son evaluados como confiables y creíbles.

Hay dos áreas importantes que necesitan ser tratadas para mejorar el contacto visual: el enfoque y la amplitud.

Una de las cosas más difíciles para los oradores públicos sin experiencia, incluyendo a los testigos en un juicio, es sostener un contacto visual directo.

Mirar a los ojos a un abogado o a los miembros del jurado que estan escuchando durante un interrogatorio puede ser percibido (por quien habla) como algo intimidante y puede hacer que se ponga extremadamente nervioso.

Si un testigo tiene problemas para establecer contacto visual con los miembros del jurado, dígale que se concentre en un punto justo por encima de la cabeza de los miembros del jurado, o que mire la nariz o la boca de quien lo está escuchando.

Esto le permite al testigo fijarse en un lugar menos intimidante al mirar, al mismo tiempo que ofrece la «ilusión» de contacto visual directo a los jurados.

Otro tema importante respecto al contacto visual es advertirle al testigo que no escoja un jurado específico como su «ancla» de enfoque, es bueno mostrar amplitud.

Es tentador para los testigos nerviosos seleccionar a un miembro del jurado, ya que una persona es menos intimidante que todo un grupo. Sin embargo, esto puede hacer que un miembro del jurado se sienta muy incómodo, mientras que otros se sienten excluidos de la conversación.

Para solucionar este problema, pida a los testigos que recorran con su vista a todo el jurado cuando hablen.

Además, sería ideal que el testigo no sólo esté hablando con el jurado, los abogados también son parte de la conversación.

Como regla general, en las respuestas más cortas, está bien que un testigo enfoque sus ojos en el abogado, pero en las respuestas más largas, puede comenzar mirando al abogado y luego incluir al jurado con un pequeño giro de cabeza y un «escaneo» de sus ojos.

Postura

Los jurados también evalúan la credibilidad de un testigo por la forma en que posiciona su cuerpo.

Por ejemplo, si un testigo se recuesta en su silla, los jurados creen que el testigo «no quiere estar allí» o, en el caso de un médico u otro profesional, que es arrogante.

Del mismo modo, un testigo que está encorvado o que tiene los hombros encorvados se ve a la defensiva, tímido o poco seguro.

Para ayudar a los testigos a mejorar su postura, pídales que coloquen su cadera contra el respaldo del asiento y cuando se sienten, se inclinan levemente hacia adelante. Para la psicología experimental, inclinarse hacia adelante hace que las personas parezcan más comprometidas e involucradas con lo que dicen.

Todo es entrenable!. Practicar durante una hora al día sentándose e inclinándose ligeramente hacia adelante hace que nos acostumbremos a esa posición, hasta que este comportamiento ya no sea una distracción.

Es fundamental que los testigos practiquen un buen comportamiento antes de que testifiquen en un juicio o en una declaración para que no se convierta en una distracción para ellos, de lo contrario, los testigos se enfocan en su postura en vez de en el contenido de las preguntas que se les hacen.

Bloqueo del cuerpo de la vista

Finalmente, los testigos deben tener cuidado de no parecer que están bloqueando intencionalmente partes de su cuerpo de la vista del jurado, por ejemplo, las manos tapando la boca o los brazos cruzados.

Esto hace que parezca que están tratando de esconderse de la vista, y en consecuencia, los jurados los perciben como menos dignos de confianza.

Los testigos deben evitar estos comportamientos tratando de mantenerse abiertos al jurado, con las manos relajadas sobre la mesa frente a ellos; esto le permite al jurado saber que los testigos no están ocultando nada.

Coaching y retroalimentación

Una de las mejores cosas que un testigo puede hacer para mejorar su desempeño es practicar!

Piensa en ello como deportes. Los testigos se enfrentan a una situación similar, la práctica les ayuda a entrenar la apariencia de todos los comportamientos.

Ahora bien, un testigo no debe pasarse de practicar tanto que parezca un guión. El exceso de práctica suena artificial e impide que los testigos se sientan flexibles y sepan «improvisar» si la circunstancia lo exige.

Es ideal que los testigos cuenten con un observador externo evalúe su práctica.

Ser criticado puede ser intimidante, pero recibir retroalimentación de otra persona puede brindarles información acerca de sus comportamientos inconscientes.

Por ejemplo, no es raro que lo oradores públicos terminen sus discursos y no tengan ni idea de lo que ocurrió mientras hablaban. Esto sucede porque invierten altos niveles de atención y concentración en lo que están diciendo, más que en cómo lo están diciendo, por eso no tienen memoria de como lo dijeron.

Por lo tanto, un observador externo, como un perito de parte, puede hacerles saber lo que estaban haciendo y ofrecerles sugerencias para ayudarlos a corregir sus comportamientos.

Grabar un testimonio y que el testigo lo vea de nuevo tiene una función similar; sin embargo, muchas personas se resisten a verse a sí mismas en video, y esto ocasionalmente puede hacer que se sientan aún más cohibidas y abrumadas de tal manera que su progreso se estanque.

Si bien el lenguaje corporal puede ser difícil de controlar en una situación de mucho estrés, como testificar en el tribunal, una o dos sesiones de preparación de testigos pueden reducir, o incluso eliminar ciertos vicios negativos que podría hacer que el testigo no parezca digno de confianza a un jurado.

Es bueno recordar, la preparación ayuda!

Al final, todos queremos que las palabras de los testigos hablen más que sus acciones.

Por favor, háganos saber cómo podemos ayudar en sus esfuerzos de preparación a sus testigos.

No se ponga en contra a su cliente. A veces es bueno que su cliente tenga el feedback de un consultor técnico y además puede ayudar a mantener a salvo la buena relación entre el abogado y su cliente.

declaración testimonial psicológica

Una declaración testimonial es una entrevista psicológica guiada con el propósito de indagar y recabar el testimonio de los menores respecto a los hechos denunciados.

Dicho «interrogatorio» es realizado por el perito psicologo o perito oficial en una habitación acondicionada para ese propósito, la cual es denominada Cámara Gesell.

 

Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial
error

Síguenos en redes sociales!

Follow by Email
Instagram