Muchos delincuentes juveniles y adultos tienen problemas psicológicos que juegan un papel en la comisión de un delito.
Un acto criminal puede ser simplemente el resultado de una falta de cumplimiento de las reglas sociales normales, o incluso de un comportamiento psicopático o sociopático.
Sin embargo, a menudo es parte de un patrón de actuación psicológica, en respuesta a un trastorno psicológico subyacente.
La identificación y el tratamiento de estos problemas psicológicos subyacentes pueden reducir la tasa de reincidencia en muchos delincuentes.
Este asunto es especialmente importante para los individuos puestos en libertad condicional, porque sus ofensas son a menudo menos severas, y muchos son delincuentes por primera vez.
Tratamiento psicológico a adultos y menores en libertad condicional
Proporcionar tratamiento psicológico a adultos y menores en libertad condicional con problemas psicológicos diagnosticados que contribuyeron a su conducta delictiva, beneficia a la sociedad y al delincuente.
Adultos
Las personas con un mal control de los impulsos, problemas de control de la ira, abuso de sustancias y trastornos de la personalidad son más propensas a actuar y cometer un acto que resulta en libertad condicional.
Además, los problemas de salud mental más graves que contribuyen a la conducta delictiva pueden requerir un control minucioso por parte de un psicólogo.
Por ejemplo, esto puede incluir a individuos con trastorno bipolar, o trastornos psicóticos, que cometen delitos violentos debido a su trastorno. (Tenga en cuenta que todas las personas con estos trastornos no cometen delitos.)
Menores
En el caso de los menores, el comportamiento delictivo puede ser el resultado de una crianza deficiente o inexistente, o de haber sido criados en una familia problemática o disfuncional.
La evaluación psicológica de los delincuentes juveniles es una parte esencial de los tribunales porque el objetivo del sistema de justicia juvenil es proporcionar rehabilitación.
Un delincuente juvenil puede necesitar tratamiento psicológico, asistencia educativa o tratamiento para un problema de abuso de sustancias.
Cuando se les pone en libertad condicional, la provisión de estos servicios de rehabilitación necesarios reducirá la posibilidad de reincidencia.
Por esta razón, la evaluación de los menores en libertad condicional, y el seguimiento de su progreso en el tratamiento, es esencial.
El proceso de evaluación psicológica incluye una revisión de todos los cargos, además de una revisión de todos los cargos anteriores registrados.
Para los jóvenes, puede ser útil ver los registros académicos de la escuela, incluyendo los registros de asistencia, y cualquier evaluación o clasificación del equipo de estudio infantil es extremadamente importante.
El agente en libertad condicional es visto para una entrevista clínica para evaluar su estado psicológico e identificar cualquier trastorno psicológico.
Si se indica en la entrevista, se pueden administrar pruebas de personalidad u otros instrumentos de evaluación psicológica utilizados para identificar depresión, psicopatía u otros trastornos psicológicos.
Dependiendo de las circunstancias del caso, también se puede entrevistar a los miembros de la familia.
Un informe completo resume los hallazgos clínicos de la evaluación.
Además, el informe presentará conclusiones, basadas en una certeza psicológica razonable, sobre cualquier conexión entre los problemas psicológicos identificados y la actividad delictiva del individuo.
El psicólogo hará recomendaciones específicas para el tratamiento y presentará un pronóstico con respecto a la probabilidad de que se repitan las ofensas en el futuro, con y sin tratamiento.
También se le puede pedir al psicólogo que controle el progreso en el tratamiento.
