Muchas personas padecen un trastorno delirante con contenido religioso misterioso e inexplicable para la gente normal.
Quienes lo padecen lo expresan con tanta certeza y convicción que hace dudar a más de un amigo o familiar sobre si aquello que es real o no.
Queres saber si tuviste un delirio místico o si tenes que preocuparte porque tu amigo o familiar tiene creencias religiosas que no parecen normales?
Veamos de qué se trata cada una.
Que es el delirio místico?
Un delirio místico es un relato extraño que incluye ideas «locas» de contenido religioso o sobre vivencias místicas.
La persona vive aquello como fuente de inspiración sobrenatural y mágica, con contenidos insólitos pertenecientes a mundos incomprensibles.
Es un trastorno psicótico que se caracteriza por síntomas delirantes de connotación religiosa o mística que son persistentes y van acompañados de una disminución general en la capacidad para funcionar en la sociedad.
Generalmente se dan junto a estados de ánimo desorganizados y pueden ir acompañados de alucinaciones auditivas.
Un delirio místico tienen características diferenciales:
- La marcada imposibilidad de la persona para expresar con palabras aquello que le pasa.
- El Intuitivismo, es decir, habla sobre un contenido tan complejo y profundo que resulta incomprensible para la gente común poder creer en esas revelaciones o iluminaciones internas
- Existe pasividad, la persona los padece involuntariamente
Definición psiquiátrica de delirio místico religioso
Existen 2 formas clínicas de «delirar», es decir, dos modos en cómo aparecen las ideas delirantes.
- La forma expansiva y abrupta de evolución (comúnmente denominados brotes psicóticos).
- Por un lado los modos progresivos (de curso lento). En la forma «lenta» las ideas delirantes se despliegan lentamente y el delirio se desarrolla de forma progresiva y sistemática, por ejemplo, la psicosis alucinatoria de las parafrenias.
Delirios místicos vs creencias religiosas
Las religiosas religiosas patológicas están motivadas por trastornos patológicos, las cuales, en muchos casos, son difíciles de diferenciar de creencias religiosas y místicas no patológicas.
Existen inspiraciones, revelaciones, profecías y hasta apariciones que son entendidos ambiguamente por cada especialista en psicologia o psiquiatria, nadie puede diferenciar a ciencia cierta dónde termina la creencia religiosa «normal» y cuando empieza la psicopatología.
Hay similitudes entre las experiencias espirituales y psicóticas, es decir, ciertas experiencias espirituales benignas pueden confundirse con estados patológicos.
Se suele concluir que las experiencias místicas y psicóticas se distinguen no sólo por las consecuencias emocionales y conductuales, sino también, por las diferencias reales en los propios estados: por ejemplo, la certeza de pérdida en los límites en el sujeto y los objetos, o el convencimiento sobre la distorsión de la percepción.
Ambos tipos de experiencia tiene similitud en una amplia gama de manifestaciones comportamentales:
- cambio radical de creencias
- distorsión del tiempo
- percepción y comunicación con entidades sobrenaturales
- percepción del significado de los eventos y del propósito de la vida
- aislamiento social, etc.
Además, el contenido de ambas experiencias también tiene similitudes:
- temas religiosos
- experiencias espirituales que a menudo contrastan fuertemente con la visión cotidiana de la realidad.
El sentimiento místico y personal de liberación y placer por sentir a dios suele relacionar los estados religiosos y místicos con la fase maníaca de una psicosis afectiva.
Ciertas manifestaciones como revelaciones o voces de fuerzas superiores son similares a un síndrome paranoico alucinatorio.
Por ejemplo, la sensación de desapego o salirse del mundo exterior podría compararse con un autismo esquizofrénico.
En los delirios místicos, la voz que habla es confusa y recuerda la desorganización del habla en las psicosis agudas.
El misticismo se interpreta en la psiquiatría como estar al borde de un estado normal de mentalidad y psicosis.
Tipos de delirios religiosos
Podemos hablar básicamente de 3 tipos de delirios:
1) Los delirios bien sistematizados: Las ideas delirantes se constituyen en torno a un núcleo (idea central) y mantienen coherencia interna y consistencia argumental. Los delirios bien sistematizados no producen déficit.
2) Los delirios mal sistematizados: Delirios que no poseen orden ni claridad. Este delirio pierde fuerza y se empobrece con el transcurso del tiempo. Tiene una estructura sistematizada de muy poca solidez y de muy pobre organización.
3) Los delirios polimorfos: Hay un gran polimorfismo y marcada inverosimilitud. Grave deterioro de la personalidad, que puede llegar hasta la total desintegración. (Se observa este delirio en esquizofrenias paranoides).