Un cuestión digna de mención es que las secuelas psicológicas en el ámbito judicial son uno de los pocos diagnósticos en los que se sugiere específicamente que se evalúe la mendacidad o el fingimiento como parte del diagnóstico diferencial.
Para ello, se recomienda que se utilicen pruebas de validez en los procedimientos de evaluación forense.
Que es la mendacidad?
La mendacidad se ha definido como el ocultamiento o la falsificación intencional de síntomas falsos o muy exagerados, como resultado de algun tipo de interes o incentivos externo.
Por lo tanto, los psicólogos que evalúan los relatos y las consecuencias psicológicas en el ámbito jurídico deben ser capaces de descartar el fingimiento como diagnóstico cuando puede haber riesgo de fingimiento en el cuadro clínico de un paciente con intenciones de remuneración financiera o beneficios económicos.
Muchos denunciantes que tienen casos judicializados y dicen experimentar síntomas de estrés, ansiedad o depresión buscan compensación financiera por su angustia emocional.
Determinar cuál de estas personas «se está haciendo el enfermo» es difícil porque la mayoría de los síntomas de ansiedad, estrés o depresión se obtienen por medio de cuestionarios o entrevistas clínicas fáciles de fingir.
Por lo tanto, uno de los mayores problemas con el diagnóstico es que muchos de los síntomas son inespecíficos y subjetivos.
Los psicólogos deben ser capaces de detectar cuando un paciente ha sido entrenado para reportar síntomas particulares (por ejemplo, por su abogado o por un miembro de la familia).
Detectar el fingimiento puede requerir que los psicólogos recopilen registros históricos precisos relacionados con el trauma, y que según el caso, incluso puedan entrevisten a otros miembros de la familia sobre el paciente y sus síntomas.
Los psicólogos también pueden necesitar pedir ejemplos específicos de síntomas reportados, buscar inconsistencias en el autoinforme y, si es posible, aplicar test con escalas especialmente diseñadas para detectar exageración u ocultamiento de síntomas
También se deben hacer un esfuerzos para comprender la totalidad de la información relevada durante la evaluación de la víctima, incluso si se sospecha ausencia de síntomas esperables, ya que padecer secuelas por eventos traumáticos en un hecho común en algunos entornos.
Que son las mentiras?
Si estas aqui es porque queres saber qué motiva a una persona a mentir, como se detecta un engaño e incluso que se esconde detrás de una persona mentirosa.
En primer lugar tenes que tener en cuenta que el hecho de mentir es algo que hacemos todos, desde niños hasta ser adultos, desde el desayuno hasta la cena.
Todos mentimos, no es victimización, simplemente es una conducta social habitual en nuestra comunicación desde que somos bebés cuando fingimos no estar mientras nos ocultamos de la vista de mama o papa.
Incluso en algunos estadios de la vida como la adolescencia o la pubertad, en su justa medida puede resultar una conducta adaptativa, conveniente o deseable.
En muchas situaciones sociales nos vemos obligados a mentir para no provocar un conflicto.
Podemos hacerlo de manera individual, con nuestros padres, hermanos y pareja con el propósito de no provocar reacciones emocionales negativas.
Incluso podemos ser víctimas de una mentira colectiva que busca provocarnos emociones positivas (por ejemplo, cuando nos mienten en el festejo de un cumpleaños sorpresa).
Pero el hecho de no decir la verdad no es una conducta sencilla, exige una serie de habilidades a nivel cognitivo, conductual e incluso intelectual para dominar microexpresiones y gestos.
Evitar decir la verdad requiere de manera previa realizar un control consciente de una serie de conductas y expresiones para evitar responder con una emoción inconsciente.
El inconveniente surge cuando la mentira llega a constituir un delito o simplemente es dicha de manera patológica (mitómano) o compulsiva con un propósito de una manipulación consciente para obtener un provecho delictivo de ese engaño.
Historia de porqué mentimos
Hace miles de años, en las antiguas culturas para determinar la fiabilidad si alguien mentía se confiaba en la intervención de los dios, era típico decir: dios lo juzgará.
Los chinos por ejemplo hace 3.000 años para saber si una testifical era veridica hacían masticar polvo de arroz al sospechoso, después los obligaban a escupirlo, si el polvo que escupía estaba seco se interpretaba que había mentido, si era húmedo se interpretaba que había dicho la verdad.
La tecnica aplicada por los Israelies para la peritación era “juicio de dios”, donde los testigos presenciales tenía que tocar con la punta de la lengua una barra de hierro al rojo vivo, si el testigo se quemaba era evidente que mentía y se la lengua aparecía sin daño se interpreta como verdad.
En Asia, algunas culturas implementaban una tecnica psicológica pericial muy particular, la misma consistia en hacer masticar a los sospechosos una rebanada de pan seco, y si la podía tragar sin problemas significaba que decía la verdad y si tenía problemas para tragar ese alimento era sinónimo de mentira.
Mentiroso mentiroso
Existen conductas que tradicionalmente se asocian a mentir, por ejemplo, encogimiento de hombros, evitación del contacto visual, poca fluidez verbal, expresiones faciales, etc.
Actualmente existen una serie de investigaciones aplicadas a la mediciacion, la criminologia y la psicología jurídica forense para estudiar la detección de mentiras mediante la aplicacion de protocolos que evaluan la credibilidad del testimonio, pero sin embargo, los resultados no acaban de ser consistentes.
Hay muchas personas que muestran sistemáticamente trastornos verbales o conductas que están típicamente asociadas a una mentira, sin embargo, están siendo sinceras.
Por otra parte, hay muchos mentirosos que tienen éxito y no son detectados pues no ofrecen señales evidentes.
También existen mentirosos que incluso llegan a creerse de tal modo sus propias mentiras que pueden repetirse continuamente y vivirlas como reales.
Detector de mentiras
Si bien fue la Psicología de Freud fue la que instaló los primeros interrogantes sobre la mentira en las frases del lenguaje fue recién a partir de la serie televisiva “Lie to me” basada en los libros del psicólogo norte americano Paul Ekman (Como Detectar Mentiras: Una Guía para Utilizar en el Trabajo, la Política y la Pareja) quien reactivó la discusión sobre la posibilidad de detectar mentiras.
Pero hay que tener en cuenta que la aplicabilidad o validez de los resultados va a depender de cómo se haga el interrogatorio, que es técnica se utilice para la obtención de testimonio y la capacitación profesional que tengan los psicólogos que los interpreten.
Sólo existe en la historia un solo indicador 100% eficaz que brinda con exactitud absoluta si alguien dice la verdad o miente, y este indicador de falseo es la nariz de pinocho.
Desgraciadamente esa evidencia no se puede observar en la vida real.
Si bien existieron muchos intentos para evaluar la mentira, pero el más famosos sin dudas es el detector de mentiras o polígrafo.
Este aparato mide una serie de cambios fisiológicos que se producen en los sujetos durante las entrevistas psicologicas son: cambio de temperatura, de presión arterial, etc
El objetivo de la máquina es detectar toda reacción emocional que provoca cambios fisiológicos, las cuales se vinculan a la ansiedad que tiene la persona que miente y posee miedo de ser descubierta.
Pero el riesgo evidente de esta máquina en confundir la tensión emocional del emisor con la forma de descubrir una mentira o engaño.