Negligencia Parental
La negligencia parental es una de las formas de maltrato infantil menos visibles, pero con consecuencias profundas en el bienestar emocional y físico de los niños. En los casos en que un juzgado de familia ordena investigar una denuncia por negligencia en el cuidado de un menor, el perito psicólogo juega un rol clave en la evaluación y determinación de los efectos de dicha negligencia en el desarrollo y bienestar del niño.
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¿Qué es la negligencia parental?
La negligencia parental se refiere a la falta de atención adecuada por parte de uno o ambos progenitores en las necesidades básicas del niño, como la alimentación, salud, educación, higiene y protección emocional.
A diferencia de otros tipos de maltrato, la negligencia es una forma de omisión, lo que hace que en ocasiones sea más difícil de identificar y probar.
Funciones del perito psicólogo en casos de negligencia parental
El perito psicólogo en estos casos tiene la responsabilidad de realizar una evaluación profunda tanto del menor como de los progenitores, con el objetivo de determinar si existe negligencia y cuáles han sido sus efectos en el niño. A continuación, se detallan las principales tareas del perito en estos casos:
1. Evaluación del estado psicológico y emocional del menor
El perito psicólogo evalúa el estado emocional del menor, buscando identificar signos de daño psicológico causado por la falta de cuidados. Esto puede incluir indicadores de depresión, ansiedad, trastornos de apego o problemas de conducta. También se explora si el menor ha desarrollado mecanismos de adaptación ante la ausencia de cuidados, y cómo estos afectan su bienestar general.
2. Análisis del entorno familiar
El entorno en el que vive el niño es crucial para determinar si ha habido negligencia. El perito psicólogo observa factores como la dinámica familiar, el nivel de implicación de los progenitores en la vida del menor, y si las necesidades básicas (alimentación, vestimenta, higiene, educación y salud) están siendo atendidas de manera adecuada. También se evalúa la presencia de otras figuras de cuidado, como familiares o terceros, que puedan estar compensando la ausencia de cuidados por parte de los progenitores.
3. Entrevistas con los progenitores
El perito psicólogo también entrevista a los progenitores para conocer su versión de los hechos y analizar su capacidad para brindar los cuidados necesarios. En estos casos, es importante identificar si la negligencia es resultado de una incapacidad material o emocional para cumplir con las responsabilidades parentales, o si existe una actitud de desinterés o abandono hacia el menor.
4. Detección de patrones de negligencia
El perito debe identificar si los episodios de negligencia son aislados o si existe un patrón repetitivo de desatención. Esto puede implicar observar indicadores como ausencias reiteradas en controles médicos, fallos en la escolarización, carencias en la higiene o alimentación, o la falta de supervisión adecuada que exponga al niño a situaciones de riesgo.
5. Informe al juzgado de familia
Una vez finalizada la evaluación, el perito psicólogo presenta un informe detallado al juzgado de familia. En este informe se incluyen los resultados de la evaluación del menor y de los progenitores, así como una conclusión sobre la presencia o no de negligencia y las recomendaciones para salvaguardar el bienestar del niño. Estas recomendaciones pueden incluir intervenciones como terapia familiar, seguimiento de los cuidados, o en casos graves, la sugerencia de un cambio en la custodia.
Importancia del perito psicólogo en la protección del menor
El perito psicólogo actúa como un intermediario neutral entre el tribunal y la familia, proporcionando una evaluación objetiva y basada en evidencia sobre la situación del menor. En casos de negligencia parental, su intervención es crucial para determinar si los progenitores están cumpliendo con sus responsabilidades y, en caso de que no sea así, sugerir medidas para proteger el bienestar del niño.
¿Cómo se desarrolla el proceso de evaluación?
El proceso de evaluación por parte del perito psicólogo incluye varias etapas:
- Entrevistas iniciales: Se realizan entrevistas tanto al menor como a los progenitores, así como a otras personas relevantes en su entorno (familiares, maestros, etc.).
- Observación directa: En algunos casos, el perito psicólogo puede observar la interacción entre el menor y los progenitores para evaluar la calidad de la relación y el nivel de atención.
- Evaluaciones psicológicas: Se pueden utilizar pruebas y evaluaciones psicológicas para identificar el impacto de la negligencia en el bienestar emocional del menor.
- Elaboración de un informe: El perito reúne todas las evidencias y conclusiones en un informe que será entregado al juez para la toma de decisiones.
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